Países de latinoamérica y Europa buscan flexibilizar sus economías tras 8 años de negociaciones
El 16 de septiembre en la ciudad de Río de Janeiro (Brasil), los representantes de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) se reunieron para establecer un Tratado de Libre Comercio (TLC). El evento se llevó a cabo en el Palacio de Itamaraty de Río de Janeiro.
A partir de este acuerdo, ambos bloques obtienen beneficios como el acceso flexible del 97% a la exportaciones en general, lo que ayuda a incrementar el volumen comercial.
Asimismo, se resaltó que el TLC, más allá de su relevancia económica, cuenta con un significado histórico al incorporar economías emergentes de ambos continentes. Además, esta integración económica permitirá generar nuevas oportunidades trayendo beneficios a las pequeñas y grandes empresas de ambos continentes.
Desafíos del Tratado de Libre Comercio
El TLC, representa un incremento en el volumen de intercambios comerciales, siendo un reto para la logística local sudamericana, donde todavía se enfrentan desafíos de modernización. El incremento de la demanda de transportes especializados marítimos y la organización para el intercambio supondrá un reto para diferentes sectores del mercado como la carne, café, etanol.
“En medio de un mundo en incertidumbre, estamos dando una prueba de que es posible fortalecer el multilateralismo y el libre comercio”, declaró Geraldo Alckmin, vicepresidente de Brasil.
Además, el transporte terrestre en la región tendrá que pasar por diversos desafíos como la creación de una gran red diversa de rutas comerciales, transporte internacional y vehículos de carga.
Ventajas en el subcontinente americano
Este TLC representa una oportunidad para la modernización de las infraestructuras locales y la conectividad entre ambos continentes. Aunque aún no entre en vigor de forma inmediata entre los estados miembros de sudamérica, ya que cada depende de su aprobación parlamentaria, una vez aprobado se obtendrán beneficios del 100% en importaciones industriales y pesqueras.
“La firma de un amplio acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y los países EFTA es un momento de orgullo y optimismo en un mundo marcado por la incertidumbre y la fragmentación. Este acuerdo envía una señal clara y positiva de que la cooperación, la apertura y el respeto mutuo siguen siendo la mejor manera de avanzar”, afirmó Guy Parmelin, ministro de Economía Suizo.
En el caso de Argentina, el país tendría un impacto positivo por este Tratado de Libre Comercio. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) las exportaciones de oro aumentaron en un 50% proveyendo también el 14% de las importaciones suizas de plata.
Esta integración económica entre ambos bloques económicos, representa una nueva ola de oportunidades sobre todo para las naciones sudamericanas. Aunque existen retos como la falta de modernización de la infraestructura, de resolverse con eficacia, 300 millones de personas en la zona comercial se verían beneficiadas.